martes, 30 de abril de 2013

El Grito

Como un feroz puñetazo
desde el mismo ovario donde la tierra es ignea
y suele ser ensamblado aborto y parto,
emerge EL GRITO.
Abismal, corpóreo,
para lavarnos de la impotencia y el miedo,
para poder levantar la frente sabedora de nortes.
Seguramente con menos estrellas
que en un rectángulo de loco imperialismo,
tal vez con una sola,
como la que alguien llevó en su negra gorra.
El Grito es de león y oveja,
es de bronca y de traiciones
en la ternura de todos los días,
en el pan blando,
en el dar incorruptible del jazmín.
El Grito es de Vivaldi y Bach,
de Siqueiros y Klee,
de una historia donde las uñas y la piel
se suben a la periferia del poder,
donde el poder
tal vez no sea exactamente el poder,
pero sea el codo a codo, el compañero,
los intransferibles códigos con que sobrevivimos
"a pesar de".
Sin domador,
sin petulantes marquesinas,
sin atisbos de soberbia,
nace este GRITO
hondo, temible, causal, bienaventurado.

Este Grito,
que rompe paredes y empedrados,
busca el oscuro corazón de la injusticia,
dice basta.
Pero después de basta
sigue gritando,
porque algo nos da de cachetadas,
en el cotidiano corazón con que vivimos.
El Grito del que hablo
es el hijo que nos está naciendo
históricamente,
desde siempre.
Y duele,
pero está naciendo...
Beatriz Pozzoli


domingo, 28 de abril de 2013

Carina en la lluvia

Carina sonrió nerviosa, lo cual, no sé explicar por que, la hacia verse aun mas hermosa. Después clavó sus verdes ojos en el suelo, como si buscara algo que se le había caído (aunque no se le había caído nada). Dudó unos instantes (¿cuatro segundos? ¿cuatro minutos? ¿cuatro horas?). Mientras seguía lloviendo. Sin dejar de dudar (esto se le notaba bien) levantó la cabeza, clavó sus ojos de niña en mi y dijo algo, en ese momento creí que dijo si, ahora creo que dijo no sé.
Sonrió, se levantó y corrió unos pasos, el colectivo se le iba, justo antes de subir se detuvo, dio media vuelta y me dijo algo. Pero no llegué a escucharla, el ruido de la lluvia me lo impidió.

Carina subió al colectivo, y se fue.


martes, 23 de abril de 2013

Confesion


Hace bastante tiempo que ando buscando un marco apropiado donde volcar algunas confesiones que hace mucho que vengo incubando y que ya llegaron a un grado de madurez suficiente como para que puedan abandonar la rama de mi árbol interior y sean de dominio público.
Por lo que pude aprehender sobre la calidad de los visitantes de la web en general, considero que este es el escenario adecuado sobre el cual volcar mi secreto, que hasta ahora deambula solitario y sin rumbo por las áridas planicies de mi conciencia.
Sé muy bien que no es nada fácil hablar sobre asuntos de naturaleza íntima, y el tema que me lleva a abrirles mi corazón lo es, y para aumentar el tamaño del drama que vivo, se refiere al territorio de la sexualidad. Sobre gustos y tendencias. Sobre mis gustos y tendencias. Por eso es tan difícil ventilarlos en público.
Sé también que después de ofrecerles en bandeja de plata mi más profunda verdad, muchos de Uds. se sorprenderán. Otros, asumiendo una postura de autosuficiencia, afirmarán: "¡yo sabíiiiia... bien que desconfiaaaba!
Algunos no le darán la menor importancia a lo que lean, y otros ni leerán lo que escribo. En fin, cada cabeza una sentencia, puesto que cada individuo es el producto de sus gustos y preferencias. Puedo decir, empezando - y resumiendo - que pertenezco a una minoría con tendencias sexuales que podrían ser consideradas por la mayoría como "anormales", lo que, debemos aceptar, no es ninguna vergüenza, pero se quiera o no se quiera, personas que se encuentran en mi situación, cada día que pasa son más y más discriminadas, como si fueran (fuéramos) enfermos leprosos o algo peor.
El grupo sexual al que pertenezco es - si lo comparamos con la sociedad como un todo - bastante reducido, pero creo que ése no es un motivo suficiente para ser excluídos por el abuso de una conducta despiadada de la mayoría que no respeta la individualidad sagrada del ser humano, pisoteando con rencor el libre albedrío de las personas.
He vivido mi particular forma de entender y ejercer la sexualidad, de manera casi clandestina, usando subterfugios para no ser descubierto "in fraganti", y es a eso a lo que deseo ponerle un punto final, quedando liberado de la obligación de vivir callando y/o fingiendo. Por todo eso - y a pesar de conocer el riesgo que corro - abro de par en par mi alma ante mis amigos virtuales, y en dos simples palabras les confieso mi más íntimo secreto: 

SOY HETEROSEXUAL.

Sí. Confieso que pertenezco a la minoría masculina que aprecia el sexo femenino, que sueña con mujeres, que tiembla de emoción al contacto de la piel femenina, y, lo que es mucho más grave, que no me arrepiento de ello, sino que, al contrario, insisto y prometo reincidir siempre que las circunstancias lo permitan.
Sí, amigos. Soy heterosexual en un mundo en el que cada vez quedamos menos, y cada vez más somos considerados como una especie en vías de extinción, dignos de que nos expongan al ridículo en plaza pública.
Bueno, ahí está. Para ser honesto, pensé que me costaría más, pero sin embargo la confesión me salió de un tirón. Ni siquiera un simple titubeo.

Creo que a esta altura del partido muchos de Uds. habrán reaccionado horrorizados, pensando "¿cómo es posible que a un hombre le gusten apenas las mujeres?...
Así es. Así soy. Este es mi delito: soy heterosexualísimamente heterosexual.
Le guste a quien le guste, le duela a quien le duela.
Ahora, después de haberme sacado este peso de encima, espero que mi confesión - que reconozco es realmente terrible - no afecte la buena relación virtual entre nosotros.
Finalmente, creo que no debo terminar esta declaración ante el escribano mayor de la Historia o el Fiscal de la Humanidad sin mencionar, para que conste en acta, que tengo aprecio y consideración por todos aquellos que no sintonizan el mismo credo sexológico que yo, y que respeto toda y cualquier tendencia de toda y cualquier persona en toda y cualquier circunstancia.
Yo, entretanto, de la misma forma que pertenezco a la generación que aprecia un buen trago y no de la que se decanta por otro tipo de drogas maléficas, soy también un miembro vitalicio de la casta de los amantes del sexo opuesto. Cuanto más femeninas, mejor. Vive la diference!
Bueno, si sobró alguno me perdone por haber invadido su territorio para volcar en su pantalla el guión de mis depravados vicios sexuales - bastante anormales para la época, lo confieso - pero a los cuales, no tengan la menor duda, no renuncio ni que las vacas empiecen a volar.



Aparecida

En otros tiempos, siempre son otros tiempos, los pescadores solían peinar las algas en busca de objetos valiosos, arrastrados desde naufragios perdidos.

Un día, Luther, un buen pescador, buscaba tesoros entre la cruel costa rocosa; vió una criatura iridiscente, adorable, varada en un charco. Extasiado observó a la frágil mujer, encantadora, pálida, ojos nacarados, cabellera verde plata, que caía sobre los pechos desnudos, su voz...

Le fué fácil convencer al pescador que la devolviese al mar en retirada. El la tomó, sutil, apretándola contra su pecho, y empezo a adentrarse en las aguas gélidas.

Luther era hermoso, fuerte, la mujer lo quizo para ella, eternamente; suplicante, lo invitaba a entrar en el mar, su cuerpo era una serpiente elástica entre sus brazos...
Sordo, escuchaba sólo su voz, líquida, efluvios salinos que emanaban de su boca sin labios, capaz de desencadenar tormentas arrebatadoras.
Se hubiese perdido para siempre si su perro no ladra, furioso, desde la orilla. Como despertando de un mal sueño, se alejo y la mujer se lanzó mar adentro, gritando con relámpagos, "Nueve veces rodearé tu casa, nueve ciclos esperaré por tí, amor, te llevaré a dormir en mi vientre...".

Las estaciones pasaron, nueve vidas se gestaron, nuevos sueños esperaron en la orilla. Luther, volvía a la costa rocosa, esperándola, Madrugada tras madrugada, fumando su pipa, hecha de espuma de mar. Ella aparecería, entre espuma y algas, le llamaría, con su voz. Luther sabría que ya era la hora y feliz, se lanzaría al abismo verde, a su amor de voz de plata negra...



Manantial Sublime

Vasos Tiernos, Teteras suculentas
sin huesos, con turgencias
como cuencas de vertientes entibiadas,
copones fragiles
tinajas nutritivas, sabrosas,
capilares delicadas y afectivas
anfiteatros sustanciosos, fructíferos
donde se bebe con o sin pucheros
escudillas orondas y espumosas
dulces recipientes, manantiales sublimes
entre un regazo del ser, asoman.

Sirven de alimento al amor
en todas formas y maneras
dan la vida en plural satisfacción,
y cuando no están
las añoramos con delirio
el capturarlas en miradas,
transmite una extraña sensación
de líbido osado,
excitación total, sin dejarnos ser,
torpe nerviosidad del apetito

por sorberlas.
Pronunciar su nombre provinciano,
no está en lo planeado.
He de calcarlo entre los versos,
ellas saben a que me refiero,
mejor es pasar por inadvertido incauto
así ellas darán su lactancia pasional,
ahora, que ya no necesito su miel,
capullos para nutrirme

No obstante gimo
en las cercanías del encuentro
para así retozar con frutos de la piel
en el juego del amor ineludible.
¡Que hermosas!,
son exquisitas

las dulzuras de tu cuerpo

sábado, 20 de abril de 2013

La Rueda de La Fortuna



"Soy almidón de azúcar.
Sos nube grosera.

Soy pequeños pieces y rutas bordeando la Cordillera.
¡Sos azúcar en la Cordillera!
¿Me darás tiempo para desligarme?

Soy una pena triste en la húmeda Mar del Plata.
Sos el viento que descansa en el puerto.
Soy la arena fría a la que le lloran los mendigos.

Somos relámpago en el cielo.
Somos la agonía."

jueves, 18 de abril de 2013

En Tercera Persona

Una pesadilla le asalta con frecuencia: llega una mujer herida, por la noche, su casa, ubica el agujero en el pecho, a la izquierda... Su sangre al brotar mancha su puerta, al apoyarse, casi desvaneciéndose... Quiere que la deje entrar. Es como el alma de una amante muerta y resucitada, hambrienta aún... Sólo que no está muerta. Y aunque el vello en sus brazos se eriza y un aire frío que proviene de ella, cruza su umbral.  No ha visto a nadie más vivo que ella cuando le toca, apenas roza su mano con la izquierda, su mano limpia, y susurra un "por favor"en cualquier idioma...
No es médico ni nada parecido. Ha llevado una vida normal, lo que un observador llamaría "sin tacha". Detrás, en la mesa, hay una fuente con fruta, una silla, un cuchillo, un plato con pan... Es primavera, y el viento de la noche huele húmedo, amargo y a flores tempranas. La luna irradia su belleza que como belleza ve al fin, tan cálida y ofreciéndole todo...Sólo hay que tomarla. Oye ladrar perros distantes. La puerta está entreabierta O entrecerrada? así permanece...

... y Demetrio no puede despertar...

miércoles, 17 de abril de 2013

Gallo Ciego

El roce de las páginas de un libro que se hojea modela una mujer hermosa, y cuando no se lee se contempla esa mujer con tristeza. Sin osar hablarle, sin osar decirle que es tan hermosa, que estar con ella no tiene precio, que cuando pasa imperceptible entre un murmullo de flores, la envidian. A veces se da una vuelta en las temporadas impresas para preguntarme la hora, o quizás finge contemplar atentamente mis reliquias de un modo insólito en criaturas humanas alguna.
Y el mundo muere en rupturas, se produce en los anillos de aire una herida a nivel corazón.

Y los diarios matutinos traen fotos de cantantes cuyas voces tienen el color de la arena en orillas tiernas y peligrosas.

Y a veces el vespertino dejan paso libre a cumplidas muchachitas que conducen fieras encadenadas.

Pero lo mejor está en el intervalo de ciertas letras, donde manos más blancas que el cuerno de las estrellas a mediodía, saquean un nido de golondrinas a fin de que llueva para siempre bajo, tan bajo que las alas no puedan entremezclarse. Manos por las que se asciende hasta brazos, tan levemente, como el vapor de los prados en sus graciosas volutas sobre los charcos, unos espejos imperfectos. Brazos que sólo se articulan al peligro excepcional de un cuerpo creado para el amor, cuyo vientre llama a los suspiros desprendidos de las zarzas llenas de velos.
Y que sólo tiene de terrestre la inmensa verdad del hielo, de los trineos, de las miradas sobre una extensión absolutamente blanca, de lo que no veré nunca más a causa de una venda maravillosa...
...que es la que utilizo jugando al gallo ciego de las heridas... 

martes, 16 de abril de 2013

Piedra Tras Piedra

Salido de la soledad, comienza de nuevo como si fuera la última vez que respirara y por eso, es ahora que respira por primera vez más allá de la comprensión de lo singular. Él está vivo, y por eso no es más que lo que se ahoga en el agujero insondable de sus ojos, y aquello que ve es todo lo que él no es: una ciudad de indescifrables sucesos, ya que sabe que esas ciudad es una y muchas (todas?) a la vez, un lenguaje de piedras, ya que sabe que a lo largo de la vida una piedra dará lugar a otra piedra para construir una pared y por lo tanto, sabe que todas esas piedras edificarán una abrumadora suma de detalles.

Y reflexiono...

lunes, 15 de abril de 2013

Lenta Madrugada

Capas oscuras se mecen con el viento en su hora lenta sobre los hombros difusos de los cualquiera, los nadie, que atraviesan las baldosas desconocidas del puerto… han puesto tantas leyendas en el nombre de los muertos, los fantasmas, el organillero loco, la paloma y el espíritu sacro; han tragado tanto ron y tanta niebla sus ojos, los ojos de aquellos que se recitan la noche.
Demetrio no entiende la despiadada inocencia del amor entre esas calles de nunca… los abismos son palpables, el veneno está en las gotas del rocío, la pesadilla se arrastra en el insomnio.
Y alguien canta su desesperada ausencia en las palabras de un verso tan viejo como la escena, esperando la salvación de los labios que no están junto a su boca, como si el amor jugara su milagro.
No hay inocencia, ni mucho menos piedad, en ese intento sin suerte, ni lugar, por mantenerse en el filo de la angustia hay sí una inmensa virtud que le desvela con su infranqueable verdad impredecible, como una venda que cae de los ojos con los párpados cerrados para romper la ceguera, como el más oculto y tímido secreto que lo sorprende sabiéndolo en el alma.
Pero no sé desde qué estado inconsciente o subconsciente se enluta de tristeza sus pupilas.
Poco hay para mirar, y, de eso poco, poco es lo que ve, y en eso todo es tan amplio que le alucina.
En las páginas ajadas, lo ruinoso de un poema, es apenas un sufrimiento callado.
Todas las formas posibles de estar solo son tan reales como el aroma que abunda y lo rodea

domingo, 14 de abril de 2013

Sobre mis párpados

Vive de pie sobre mis párpados
sus cabellos están entre los míos
tiene la forma exacta de mis manos
y el color de mis ojos que la miran
se hunde entre mi propia sombra
como una piedra en el azul del cielo.



Tiene los ojos siempre abiertos
y me impide dormir con su mirada
a plena luz sus sueños luminosos
hacen evaporar todos los soles
sus sueños me hacen sollozar reír
y hablar sin tener nada que decir...
Paul Eluard

El Loco



"La locura reside en hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes.
Hay que mover distinto, cambiar de estrategia, perder el miedo y atreverse a patear el tablero.
Romper estructuras. Sacudirse la sal que nos convierte en estatuas, zafar de la historia que nos tiraron por encima y hacerla nueva. Bancarse que hay buenas y malas. Mover, sacarse los zapatos y andar descalzos. Ser nuestro propio motor y generar lo necesario para alcanzar nuestro deseo, claro, primero hay que animarse a identificarlo y tener más coraje aún para acercarse a él. Me joden particularmente quienes se quejan de su triste vida y no hacen mas que repetir y quedarse en lo mismo, removiendo viejos recuerdo, muertos de miedo e inseguros de sus capacidades.
Para cambiar algo hay que mover distinto."



De: Palabras Descalzas (21/08/09)

sábado, 13 de abril de 2013

Caminar la Noche

Salir a caminar el barrio, reventarme la cara contra en viento frió, arrastrar los pies por las baldosas ajadas de las veredas, calar los ojos en los adoquines extrañamente conservados, transpira la presencia de Ángeles y Demonios, pero sobre todo salir a buscarte y respirar, respirar tu presencia en esas cosas tan maravillosas que traen los silencios trasnochados.
Y vos tan hermosa, loca como veleta a contra viento, o como sirena de niebla, pero hermosa como una perla o una luna que en un mar azul o un cielo nocturno son mas o menos lo mismo: Hembras, y vos sos una Hembra de puta madre, una lindura y eso me fascina, me enamora mas de lo enamorado, porque se trata de una belleza que cuando se le abre a uno es, como decirlo, la esperanza que vive en el fondo de la caja de Pandora Porteña; la furia brillante de un Leviatan del Río de la Plata; el rojizo destello de Venus en el mapa azul negro de la noche; y más allá la Cruz del Sur; y más allá el mágico silencio del rió, que de noche se colma de sus propios fantasmas, sus sueños, sus recuerdos.
Y salgo a caminar, a rondar los viejos rincones del barrio como un ciruja, rascar con la uña el verdín de las paredes, y con los dientes, sacarle la pintura descascarada a la baranda del viento.
Y así rondar la hora cero, entre mañanas de secretos y maquinaciones bajas, de esas que se andan enredadas en el vientre. Y te dan la emoción, el miedo, el frió, la duda y el aplomo de un amor incurable.
Y vos tan hermosa, la cara fría en el vidrio helado, y del otro lado empañándose por la cara tibia, la cara blanca, con lagrimas y mariposas.
Loca como una carreta en la avenida o un timbre resonando en un zaguán oscuro, pero hermosa como una gota de sangre en una sabana blanca, como el reflejo de la llama de una vela, en una copa húmeda de vino, donde se ven los ojos y se ven las almas y de una forma u otra sangre o fuego; el labio que la tiene, es la boca de una hembra, y vos una mujer infinita, porque no sos Diosa, ni perla, ni Luna, sino Mujer, Una mujer que tiene Diosa, Luna, Perla en la carne, un sexo que pone filo en la noche, una blancura que es pureza hasta la humanidad misma de ser lujuria, una lindura que moja los escalones doblados de la media noche para que uno resbale y caiga en tu vientre, y así poder llorar siglos de llantos o reír siglos de risas

viernes, 12 de abril de 2013

Los Enamorados



"No, bonita, hoy no. No me preguntes nada sobre nada. Sin vueltas y sin palabras ni sonidos.
Sin amor ni odio ni nada que nos incluya. Es hoy solamente, te prometo que no volverá a ser así. Sin besos, sin “te quiero”, sin promesas, sin miradas, sin sonrisas y sin caricias. Nada de eso. Hoy necesito cogerte sin más."


jueves, 11 de abril de 2013

El Sabor Acre


Borra del fondo, las delicias de una página oscura se arremolinan sobre el hueso de la noche, gastando el sabor profundo de las rancias borracheras, como lenguas acariciando unos pétalos blandecidos por los rocíos...

Lamiendo el plato del hambre se conoce la insaciedad, se pierde el gusto en la desenfrenada búsqueda del gusto, y con el tiempo, se arruina el resto de algo que nos quede por saborear en la humedad de la boca...

Licor amargo, curda macabra que explora los infiernos y envilece a la locura; ¿qué idilio de irrealidad y ausencias hace aborrecer al mundo?

No sé si duela morirse en esos brazos pasmados de innobleza, y sin embargo tan fieles a la lágrima y al rezo, que aturde al alma y somete al cuerpo...

Licor de arrullos bestiales, blanda melodía de fiebre; en el peor de los casos nunca se domina al miedo, siempre se pierde otra vez, siempre hay otra vez, y a veces hay otras veces...

Es como volverse viejo en la ternura de un gajo de temblores, es como cuando se muerde el mal y sabe acre y más se muerde sólo para no rendirse, o para dejarse hundir en la tristeza al descubrirla tan frágil y tan bella que da miedo perdonarse, que da asco verse el rostro, verse las palmas mojadas y adormecidas, verse inútil... sólo verse...

miércoles, 10 de abril de 2013

Plazoleta Miguel Abuelo

La luna llena marcaba una línea muy nítida en las sombras que proyectaban los árboles y las casas en la plazoleta. Los niños jugaban a saltar esa línea divisoria en las noches de verano, encorriéndose unos a otros entre la parte clara y la parte oscura. Ellos se encendían y se apagaban según en que lado de la luna estuvieran. Formaban dos bandos. El juego consistía en imaginarse invisibles en la parte oscura de la plazoleta, como si se encontraran en la cara oculta de la luna, y en sentirse muy vulnerables mientras la luna los iluminara directamente fuera de las sombras. Cerca de aquella plazoleta donde los niños jugaban había un cine al aire libre.
Estaba en la cara oculta de la luna. De la pantalla emergían voces y gemidos, sonidos de galopes, de tiroteos y canciones que se solapaban con los gritos de los niños. También de ese lado de las sombras estaba tendido el mar cuyo latido se oía durante la noche después de una tormenta. Siempre he creído que aquella plazoleta dividida en dos por la luz de la luna en verano era la imagen del subconsciente o tal vez una representación de nuestro cerebro, que posee un alvéolo oscuro e imaginativo y otro racional y metódico. La vida se desarrolla según el bando que cada uno eligió en esa plazoleta bajo la luna llena. Había una niña de trenzas rubias que, al iniciarse el juego, siempre se decidía por el lado de la oscuridad. Apenas sus compañeros comenzaban a saltar la raya de la luna, ella huía hacia lo más profundo de las sombras y se perdía. Después de hacerse invisible algunas horas, volvía contando las historias que había vivido al oír las voces misteriosas que salían de aquel cine al aire libre, mientras tenía los pies dentro del mar; en cambio, había un niño que siempre optaba por jugar en la cara visible de la luna y nunca lograba entrar en su parte oscura porque trataba de saltar primero su propia sombra y nunca lo conseguía. Cualquiera puede imaginar que aquel niño todavía estará luchando inútilmente contra sus sueños. Aquella niña de las trenzas rubias, que siempre se perdía en la cara oculta de la luna, una noche no volvió. De hecho desapareció durante mucho tiempo y la familia, los vecinos, sus compañeros de juego, realizaron batidas para encontrarla, viva o muerta. La niña rubia no apareció hasta la luna llena de otro verano. En medio de la noche se presentó de nuevo en la plazoleta. La traía de la mano Miguel Abuelo y ella arrastraba con un anzuelo un pez de oro de gran tamaño, con una esmeralda en cada ojo...
Un relato de MANUEL VICENT 
(con pequeñas alteraciones)

Miguel Abuelo por Cristian English

El Sumo Sacerdote



"Simplemente aquí NO YACE
el Dios que pisó la Tierra.
Varias serpientes voraces,
en el sepulcro de piedras
se ríen a carcajadas
por no encontrar el tesoro…
Mientras otras , más discretas,
rezan solemnes sus credos,
sobre biblias incompletas
escritas con su veneno,
con sotanas disfrazadas
bajo las cúpulas de oro.
Santo Dios !Si alguien supiera
resultado de pesquisas…
Santo Dios!Si aquí yaciera
el de espinas coronado…
Santo Dios!Si aquí se hubieran
encontrado las cenizas…
Santo Dios!
Si se rompieran
los cuentos del Vaticano…!"




martes, 9 de abril de 2013

Fue Amarillo...

Es domingo, todo está tranquilo. La ciudad ha cambiado, se siente diferente, ahora cada quien posee su propia mirada, como esperando algo. Una vez Demetrio se imaginó anciano y que contaba a sus nietos historias magnificas y tuvo una extraña visión. Vio como el mundo pereció como consecuencia del impacto de un asteroide, era solo una visión, algo como un sueño. Pensó en relatarla a sus nietos, pero no podría contar una historia en donde los primeros en perecer son ellos. Luego volvió a este presente y desde entonces viene viendo, desde hace tiempo, el cielo como esperando que algo caiga. Ahora ve que las personas tienen esa mirada extraña que el tenía y eso le tiene un tanto nervioso. ¿Será posible que la humanidad presienta su destrucción? No lo sabe, habrá que esperar para ver que sucede.
Sus pasos lo llevan hacia ningún lado. Da vuelta en las calles de esta ciudad haciendo que se evaporen los minutos. Dos amigos aparecen, conversan por un rato, discuten asuntos sobre la realidad que se vive y lo extraño que está el ambiente. No tuvo que repetir la pregunta, ellos lo sienten tanto como el. Luego de un tiempo, Demetrio camina haciendo lo que hace rato hacía, el tiempo va más rápido para ver que sucede, igual si no pasa nada, mejor, pero parece que la emoción de todo esto es esperar algo, lo que sea. Espera a que la noche cayera con su reluciente manto para abrigarlos en este día, que, a pesar de ser hermoso; con su luz resplandeciente, de plácido aire, tenía debajo de esa muy creíble máscara una sensación grisácea y oscura.
Cuando ningún pensamiento abordó en la mente, cuando el silencio fue roto, cuando las miradas fueron vivas otra vez y justo antes de que el día muriera, una niña grita con estrépito destruyéndolo todo, como cuando alguien arroja una piedra a una gran ventana. Todos, absolutamente todos con la mirada estupefacta vieron el dedo de la única persona que miraba el cielo. Como autómatas siguieron la dirección a donde señalaba y la locura fue inevitable. Sus ojos ven sin creer la realidad de su visión, una luz, llamarada... Un Asteroide. Se dirige justo hacia ellos. Esta vez Demetrio no está viejo, no tiene nietos, no hay historias de medianoche, no hay cuentos; esta vez es real, tan real que siente como el calor aumenta hasta sofocarlo. La gente corre, grita, se estremece, claman al cielo, pero en estos momentos cualquier movimiento es vano, estúpido, nada vale la pena ahora, todo cuanto se conoce será destruido. La bola de fuego se hace inmensa y pasa por encima de la ciudad y choca lejos en un valle. Las olas de fuego, piedra y escombros consumen el suelo a una velocidad impresionante. Ve la puerta de una casa abandonada, se decide por refugiarse cuando sintió un calor tan intenso que le dio frío, el miedo se disipó cuando vio como su cuerpo se desintegraba velozmente y cuando el fuego cegó su vista…
Todo…
Fue amarillo…

lunes, 8 de abril de 2013

No es que no te vea

Chica de cristal, muchacha de agua ... mujer de aire:

No es que nadie te vea, es que los que te observan te miran desde las sombras. El cielo les brilla a través de tus piernas y conocen los Andes en la falda de tus senos.
No es que no te vean, es que no los sentis siguiendo el vaivén de tus caderas. Ellos que te miran, sin que te des cuenta, te reconocen en los murmullos del viento y pueden apreciar la humedad de una lagrima y las ganas del beso.
No es que no te vean, es que sos la profundidad de lo eterno y estas allí, tan lejos y tan cerca, vibrando en los latidos de una ciudad que te mira ...sin que, mujer de niebla, lo sepas.

Sos la belleza translucida que baila prudentemente en la intimidad de unas letras.

Mujer transparente, tan eterea, tan visible como quieras serlo.

El Emperador



"Aquel día, el sol explotó en mil pedazos. Aquella noche, el cielo reventó en un instante, de repente. Aquella noche, mi corazón murió. Soy el rey del mundo. Soy el rey del mundo y me levanto cada día para verlo, para verte. Soy el rey del mundo y aquel día mi mundo también murió, contigo, sin ti. Soy el rey del mundo y aquella noche mí corazón murió y en mi corazón morías tú también. Soy el rey del mundo y me acuesto cada día por no verlo, por no verte. Y cada hora que paso sin verte, mi corazón se muere más y más y se entierra en lo más profundo de mí ser. Y muere cada día más porque soy el rey de un mundo que no tiene corazón. Soy el rey del mundo y cada vez que muero, conmigo mueres tú. Y con nosotros muere el mundo, porque soy el rey de un mundo que no puedes ver. Soy el rey del mundo y mi mundo eres tú. Tú eres mi reino, tú eres mi reina. Eres el sol alrededor del que yo giro. Eres las noches de mis días, yo, los días de tus noches. Y cada mañana vuelvo a nacer y te busco todo el día hasta el anochecer en que todo se acaba un día más, una vez más. Y conmigo mueres tu y contigo muero yo, porque yo soy tu y tu eres yo y aunque te deseo no te puedo tener, porque estás dentro de mi como yo estoy dentro de ti, porque los dos somos uno solo y uno solo sólo somos los dos a la vez. Paso la vida detrás de ti, por eso no me ves. Todo el día a tus espaldas, todo el día tras tus faldas. Separados por la distancia. Estás ahí al lado pero tan lejos de mi, ya ves, tu tan lejos y yo tan cerca que casi te puedo tocar. Soy el rey del mundo y vivo en las estrellas, enjaulado en el deseo de verte, de tenerte, de tocarte….. Soy el rey del mundo, pero solo yo lo sé, ni siquiera tú te enteras cada vez que me ves."


De: ¡Dios No Está Aquí! (09-12-07)
http://putoloco.wordpress.com/2007/12/09/el-rey-del-mundo/

domingo, 7 de abril de 2013

Poema Fallido


La Mano y la Escritura



I 
La Jungla absorbe el poema fallido,
la metáfora muerta de una orquídea.
Menos que folis donde el humus,
el penacho irisado,
el plumbeo pectoral de los faisanes.
Llovizna el sol sin leer los ineditos
que por miles se apelmazan en el lodo.
La Jungla incuba la nauyaca,
al escorpión repulso,
cubre los huesos de las bestias
con microscópicas esporas y helechos gigantescos.
Pero la selva se repite,
protege con sus hojas la escritura,
los goces de la Alquimia:
pueblos antiguos,
dioses antiguos
en copula sagrada
con la raíz que los derrumba.

II 
La orquídea es una brizna,
quizá el beso furtivo de los tigres
en el cuello sangrante de la cierva.
Abrevo en los espejos de su furia
el rastro de su aroma
tiñe el papel que escribo.


IV
Baste mirar, cuando la tarde muere,
el milagro de un pájaro en el viento
para aceptar la noche
sobre la verdecida casa de la selva;
baste ese prodigio:
un alfiler que clava mariposas en un álbum,
el lápiz cuyo pico desmenuza los acordes del aire
y esta mano que cierra sus alas sobre el polvo.
Ramon Ivan Suarez Cammal

Y escribo...

Es lo que Hay

No tengo prisa, ni duda, ni escudo, ni púa; me doy desnudo al día, a la vida; voy desarmado y sin libreto...
Si me cruzas por ahí, y queres verme, no me mires, no me entiendas, ni me estudies; no descifres, no reduzcas, no interpretes; no agotes tus hipótesis, ni busques mas alla...
Si torpezas por ahí conmigo, intuime, léeme, degústame, porque soy lo que hay de mi...
No tengo en los bolsillos el ensayo de mi mismo, no uses tu razón, ni siquiera tu astucia; no precisas tus lupas, tus diccionarios, no es necesario que agudices tus sentidos, ni que observes con cautela tu próximo paso; no deduzcas, no priorices, no descartes ni analises...
Esto es, todo lo que hay esta ahí en mi, no me guardo lo mejor para el final, no hay segundas mejores partes, ni mas que mi piel traslucida y mis ojos a punto de llorar...
Esto es todo, así que cuando me tengas en la mira, tan solo, dispará...



sábado, 6 de abril de 2013

La Emperatriz



"Mi cuerpo puede estar en este box y aparentar la preocupación adecuada mirando números, planillas, leyendo informes importantes, pero mi mente sigue volando, sigue en los mares, sigue enamorada, sigue charlando, sigue revoloteando, sigue creando..."




viernes, 5 de abril de 2013

La historía no es siempre lo que parece

La tarde estaba todavía salpicada por los últimos rayos de un sol rosáceo que se ocultaba tras un bloque de edificios. Hacía frío para estar a fines de marzo. No había sido un verano demasiado cálido pero si terriblemente seco. Los escasos árboles que había en la calle habían perdido sus hojas antes de tiempo, e incluso algunos de ellos habían perecido...

El sol seguía ocultándose tiñendo el cielo de un color rosa anaranjado que se oscurecía rápidamente. Se oscurecía igual que mi ánimo. NO! Aquel no había sido un buen día para mí.

No había conseguido trabajo desde que la editorial se negó a darme más dinero ya que hacía casi dos años que no conseguía escribir una línea que resultara inteligible. Mi pareja me dejó cuando no pude seguir pagando las facturas y el encargado no paraba de agobiarme pidiéndome las malditas expensas.

Llegué a casa caminando en zigzag. Era una estúpida manía, pero se tarda más en hacer el recorrido y tenes más tiempo para pensar a donde ir. Entre en el viejo edificio en donde vivía, subí la escaleras con mucho sigilo procurando no alertar de mi presencia al encargado. Entre en mi departamento y me desplomé en el sillón y cerré los ojos por un instante ...

Debí quedarme dormido porque cuando volví a abrirlos el reloj que había en la sala de estar marcaba casi las doce de la noche. Para haber dormido varias horas me sentía realmente cansado. Me preparé algo para comer, que dicho sea paso era muy poco ,mis provisiones se estaban acabando al igual que mi dinero. .

Me dirigí a mi habitación con la luz apagada aprovechando la poca luz que entraba por la ventana gracias al enorme cartel del edificio de enfrente; y por primera vez un extraño pensamiento cruzó por mi mente. Estaba realmente desesperado y la fugaz idea de vender mi alma al diablo cruzó por mi cabeza, y mientras me dirigía a la cama rumiaba que no estaría mal que se me presentase Satanás en mi casa; Pero desechando la idea me acosté y traté de dormir

No habían pasado ni cinco minutos cuando escuché con un lánguido susurro una voz que me llamaba. Pensé que era el viento, así que me levanté a cerrar la ventana que al acostarme había dejado entre abierta, cuando escuché, esta vez con más claridad, la voz que volvía a pronunciar mi nombre.

Me giré con cautela mientras mis pelos se erizaban por el terror. Un ser pequeño con dos cuernos y rabo rojo me miraba sonriente. Lo reconocí de inmediato, era Lucifer; pero apenas pude pronunciar su nombre. Me miro fijamente y con una voz penetrante habló: - Hola muchacho. No tengas miedo.

- No lo tengo.- Contesté con un ligero tartamudeo en la voz.

- Pues tendrías que verte.- Dijo con una ligera sonrisa.- Estás pálido como el mármol, y parece que tus ojos quieran salirse de sus órbitas. Te advierto que la gran mayoría de cosas que te han explicado sobre mí son falsas. Los curas, las monjas, tus mayores, y todos los fanáticos cultistas; no hacen más que manchar mi nombre con una sarta de mentiras.

-¿ Mentiras ?- Dije cambiando el tono voz por irritación.- Mírate tú. No eres más que un diablo rojo, tienes cuernos y cara de chivo. ¿ Porqué no habría de creerles ? Busca a otro Fausto. Busca otro iluso que se deje seducir por tus demoníacos encantos. Yo solo quiero dormir.


-Iluso!- Contestó enfadado.- Crees todas esas falacias sobre mí. Cierra los ojos y trata de Imaginarme de otro modo Traté de resistirme, pero me sentí obligado a hacer lo que me decía. Cerré los ojos y cuando los abrí, aquel feo engendro satánico había desaparecido y en su lugar había un hombre de mediana edad, uno setenta y seis, ochenta y cinco kilos, pelo castaño y ojos marrones. Un hombre como cualquier otro. Vestía téjanos y camisa a cuadros. Alguien que en la calle no hubiera llamado más la atención que yo mismo.

Asombrado, más bien perplejo traté de hablar, pero él tomo nuevamente la iniciativa.

- Ves. Ya no te parezco tan diabólico. Me ves tal y como me imaginas, y te aseguro que no soy tan malo como me ha descrito la iglesia. - Pero eres el diablo.- Dije levantando la voz.

- El cielo.- Dijo ya muy enojado.- Ese cielo en que sueñas ir algún día. Ese sueño que crees que aguarda a las almas buenas y caritativas al final de sus vidas. Ese cielo donde un Dios magnánimo perdona y todo es felicidad eterna. Ese cielo, no existe. El cielo no es más que un club privado con un cartelito de se reserva el derecho de admisión. En ese cielo solo entra la gente formal, gente escogida a dedo por el que tu llamas 'Dios'.

- ¿ Porqué habría de creerte ? - Contesté con la voz turbada.

- Déjame contarte una historia. -Dijo esto con un tono amable e hizo un extraño gesto con la mano cambiando totalmente el escenario. El instante anterior estábamos en mi habitación y ahora... Era la luna. Estábamos sobre su rugosa superficie mirando la tierra. Una gran bola azul que se encontraba aproximadamente a la altura de mis ojos. Lucifer me dijo que no me alarmara y comenzó su historia:
» En el cielo.- dijo.- todo era paz y armonía. Dios, en lo que podríamos decir que era su 'trono celestial' lo observaba todo. Yo y mis demás compañeros, los ángeles, no teníamos más misión que alabarle todo el día. Poco a poco nos dimos cuenta del modo despótico en que Dios trataba a la humanidad.



El padre supremo.

¡ JA ! Un padre no trata así a sus hijos.

El elegía al azar quien vivía y quien moría, quien era feliz quien triste, quien era sano y quien deforme. Su poder era absoluto y jugaba con las vidas humanas como si de soldados de plomo se tratase.

»Y así pasaron los años, los siglos; y por fin un día cualquiera de hace muchos siglos hubo una gran revolución. Un grupo de ángeles nos pusimos de acuerdo y nos sublevamos contra el absolutismo despótico de Dios. Estábamos hartos de ver sufrir a la humanidad. Dios, por divertirse mandaba diluvios, y plagas contra vosotros los humanos.

»El resto es bien sabido por todos. La sublevación fracasó y fuimos desterrados. Al igual que el resto de vencidos sufrimos calumnias, odio, humillación.. Fue duro. Tuvimos que subsistir bajo la sombra de Dios mientras él proclamaba en el mundo lo malos que éramos. Nos difamó e hizo creer a la humanidad que éramos nosotros los diabólicos, los demoníacos, los malos...

»Esta es la historia. Nosotros tratamos de defendernos pero es muy difícil luchar contra él.

Me quedé unos segundos parado, sin saber que hacer o que decir. La historia que me había contado parecía tan cierta... Mientras Lucifer continuaba con su historia.

»Perdimos, sí. Pero te aseguro que si hubiéramos ganado todo hubiera sido distinto. Habríamos promulgado la igualdad. No habría existido ni el bueno ni el malo, ni la muerte, ni el odio, ni el fracaso, ni cielo, ni infierno. No existirían las enfermedades ni el hambre, ni los templos para esa adoración que Dios tanto exige. Tampoco existirían todas esas pruebas que Dios impone al hombre ni los tabúes ni los dogmas. Y lo más importante de todo: no existirían ni el diablo ni dios ...

»Este mundo sería un paraíso terrenal. Como aquel Edén que nunca existió.

»De Haber ganado ...
Mientras esta última frase era pronunciada por sus labios, una lágrima resbaló por su mejilla; y entonces le creí. Le grité que me llevara con él. No quería volver al mundo una vez perdida la esperanza que antes me sustentaba. Y en medio de un grito me vi despertar en mi cama con el cuerpo empapado en sudor. Hubiera pensado que era un sueño de no ser por Lucifer que estaba allí, mirándome.

Su ojos, ahora melancólicos, llegaron a conmover todas las fibras de mi corazón. Y se esfumó poco a poco diciéndome que tenía que elegir yo y que ahora ya conocía la verdad sobre dios y el diablo.

Yo... yo desde entonces, bebo, robo, delinco. ¿ De que me sirve ahora ser bueno si se que el cielo es una farsa ?

Ya no quiero subir al cielo cuando muera. Ahora se que cuando muera iré al infierno, al dulce infierno. Y se que allí me estará esperando Mi Amigo Satán.

In principio erat verbum


En el principio, el verbo:

Esta garganta mía y tu oído.

El verbo se hizo carne:

Estas manos de niño con sonrisa.



Habitó entre nosotros, y lo comprendimos, y lo perdimos

Pero la esencia permanece: esto aquí, latido metafísico.

Tú y yo no moriremos: Hay un ángel erguido que nos insita a continuar...


jueves, 4 de abril de 2013

La Gran Sacerdotisa



"Yo he tenido suerte con ellas porque siempre tuve claro que no pensaban en mí justo antes de entrar en la ducha. Todas coincidieron en confesarme que fueron niñas risueñas y desarmadas. Y a veces, amigo, a veces te juro que he visto a esa niña asomar entre las capas de verdades inconfesables que el paso del tiempo les dejó como un legado con tachaduras sobre su piel. Y te puedo jurar, amigo, que he creído en la redención bajo los puentes que la odontología implantó en esa sonrisa vencedora que vi asomar, la de la niña con coletas que alguna vez fueron."


De: La vida segun "El Manteca" (11/09/09)


miércoles, 3 de abril de 2013

Callos En El Alma

Pichoncito de Escritor, nunca como El Rey Lagarto
Solo un humilde aspirante a La Sociedad de los Poetas Lelos
solo un aspirante...

Aspirante a la Noche


La noche que me lleva a escribirte
me cubre, me absorve, me transforma,
me convierte...
Me convierte en la noche.
Me cansa dar vuelta en la noria.
Me cansan mis papeles,
hoja sueltas en el culo del mundo.
Me cansan mis remiendos,
Tengo esa costumbre de andar remendado trapos viejos,
que pasan a ser viejos cuando uno necesita remendarlos.

Por que no darle un buen final a todo esto?
Convertirse en la Noche,
Un Ente,
Una pelusa enredada en el cable telefónico,
Sin sueño. Sin Sueños
Porque es mas fácil la vida sin el dolor de soñar
lo que parece cada día más lejano.
Es mas Fácil...Y más Inútil
Solo me queda seguir poniéndole guaridas a las noches
Y esperar respuestas.
que surjan del callo que tengo en el alma.


Y Duermo...

Avanzaba como tropezando...

Tintinearon unas monedas mientras sus dedos y ojos escarbaban ansiosos dentro de la bolsa: -No alcanza. -Susurraron sus labios morados-. Igual elevó la dignidad hasta su frente y acomodando mugrientas matas de cabello cobrizo, Demetrio continuó.
Nada estaba bien aunque se esforzara en disimularlo...
Chancleteando deshilachadas zapatillas sin cordones y desoyendo la insubordinación de un estómago que no obedecía a su pudor, avanzó. Se adivinó en el espectro de una vidriera sin mirarse mirando, y quebrado, y rendido, por entre la curtiembre apergaminada de su cara, el cause de una lágrima lavó el smock de su hábitat...
En la esquina se detuvo. La correntada de seres estigmatizados en una búsqueda distinta a la de el, apenas la esquivó.
De pié... sobre el cordón, Demetrio parecía mecido por un viento sin brisa.
Bamboleante extendió sus brazos como pájaro; recordó risas, abrazos y caricias; imaginó que el escalón bajo sus pies era cornisa y voló...
Demetrio despertó...

martes, 2 de abril de 2013

La Imagen o Yo


La locura y la razón van de la mano por un camino angosto y solitario. Se conocen pero no se hablan. Se miran pero no se observan. Se oyen pero no se escuchan. Por este mismo camino andamos sin saberlo...
Y cuando creemos saber donde estamos,... ya es tarde. La vida nos clavó la primera puñalada.

Nos comportamos ante impulsos. Ante los demás somos grandes artistas, pero en nuestra más privada intimidad la vida se nos presenta dura.

El que está reflejado en ese espejo soy yo o es la imagen que represento?

El Mago




"No hay un suelo como el mio
Como el que yo forjo
Voy robandome de su boca mi camino
Me quiero quedar con el
Vaciándome de hora en hora
Por oler el mismo fondo de la copa
La silla donde sentó su casa
Que nómada también
Moverá en poco tiempo
Con su desfile hormiguero"


lunes, 1 de abril de 2013

Romper el Hielo


Me pidieron unos segundos de chamullo; no saben lo que me piden...

La verdad, que frente al silencio, cada cosa que me escucho decir me hace acordar a esos espacios tediosos, donde se encarama la cultura como un extracto insoportable...
La verdad, que todo esto tiene un poco de alma solitaria en busca de esos frascos de veneno.
Pero ojo que acá, en la insondable inspiración de la madrugada, los venenos no te matan, adormecen; y un veneno que adormece mata por dentro y cuando despertes las cosas van a seguir estando exactamente igual....


Y me dormí con esta canción en la cabeza....