sábado, 13 de abril de 2013

Caminar la Noche

Salir a caminar el barrio, reventarme la cara contra en viento frió, arrastrar los pies por las baldosas ajadas de las veredas, calar los ojos en los adoquines extrañamente conservados, transpira la presencia de Ángeles y Demonios, pero sobre todo salir a buscarte y respirar, respirar tu presencia en esas cosas tan maravillosas que traen los silencios trasnochados.
Y vos tan hermosa, loca como veleta a contra viento, o como sirena de niebla, pero hermosa como una perla o una luna que en un mar azul o un cielo nocturno son mas o menos lo mismo: Hembras, y vos sos una Hembra de puta madre, una lindura y eso me fascina, me enamora mas de lo enamorado, porque se trata de una belleza que cuando se le abre a uno es, como decirlo, la esperanza que vive en el fondo de la caja de Pandora Porteña; la furia brillante de un Leviatan del Río de la Plata; el rojizo destello de Venus en el mapa azul negro de la noche; y más allá la Cruz del Sur; y más allá el mágico silencio del rió, que de noche se colma de sus propios fantasmas, sus sueños, sus recuerdos.
Y salgo a caminar, a rondar los viejos rincones del barrio como un ciruja, rascar con la uña el verdín de las paredes, y con los dientes, sacarle la pintura descascarada a la baranda del viento.
Y así rondar la hora cero, entre mañanas de secretos y maquinaciones bajas, de esas que se andan enredadas en el vientre. Y te dan la emoción, el miedo, el frió, la duda y el aplomo de un amor incurable.
Y vos tan hermosa, la cara fría en el vidrio helado, y del otro lado empañándose por la cara tibia, la cara blanca, con lagrimas y mariposas.
Loca como una carreta en la avenida o un timbre resonando en un zaguán oscuro, pero hermosa como una gota de sangre en una sabana blanca, como el reflejo de la llama de una vela, en una copa húmeda de vino, donde se ven los ojos y se ven las almas y de una forma u otra sangre o fuego; el labio que la tiene, es la boca de una hembra, y vos una mujer infinita, porque no sos Diosa, ni perla, ni Luna, sino Mujer, Una mujer que tiene Diosa, Luna, Perla en la carne, un sexo que pone filo en la noche, una blancura que es pureza hasta la humanidad misma de ser lujuria, una lindura que moja los escalones doblados de la media noche para que uno resbale y caiga en tu vientre, y así poder llorar siglos de llantos o reír siglos de risas

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